Pues otro año mas 600 km de carretera para asistir al festival de música mas grande en cuanto a asistencia de público de cuantos se celebran en España. Realmente no deja de tener su mérito que sólo con artistas de la escena nacional e iberoamericana este festi llegue a congregar nada mas y nada menos que a 60.000 personas en un pueblo perdido de La Mancha, pero el caso es que un año mas se ha repetido el milagro.
Días antes los pronósticos meteorológicos ya auguraban la posibilidad de lluvias... la verdad es que según llegamos hacía viento y tiempo frío y desapacible, aunque sin lluvias. Como viene siendo norma habitual de la casa, la zona de acampada era un verdadero desastre de organización. Buena parte de la gente que acampó lo tuvo que hacer en un terreno sin césped y completamente removido por las obras de construcción de un hospital contiguo. Así mismo, el área de aparcamiento era un campo de amapolas al que se accedía a través de una pista de tierra mientras esquivabas las palas escavadoras que trabajaban en la zona. Las calles de circulación que comunicaban el aparcamiento con la zona de acampada y con la entrada al recinto también eran pistas de tierra seca, sin ningún tipo de firme, que daban la sensación de haberse abierto recientemente. A los aseos se accedía después de cruzar un campo de montículos de tierra recién excavada. Tampoco encontré ni duchas, ni puesto de primeros auxilios, ni miembros de la organización ni nada que se le pareciera, vamos, que, como todos los años, un verdadero caos, .
Tras montar la tienda (tuvimos suerte y conseguimos un sitio con césped) comenzó la aventura de intentar acceder al recinto del festival. Primero se debía canjear la entrada por la pulsera que da derecho a entrar y salir del recinto, lo cual a priori parece sencillo, pero la organización se las ingenió lo suficientemente bien como para que el proceso te llevara no menos de tres cuartos de hora de cola en plena calle. Una vez conseguida la pulsera, solo quedaba cruzar la puerta de entrada, acción que también se nos antojaba sencilla, pero que, gracias a los exhaustivos cacheos en busca de comida, bebida o peligrosas armas blancas como las cadenas de los llaveros o muñequeras de pinchos (aunque dentro podías comprar hachas de combate) a los que se nos sometió y a la escasez evidente de puertas, también nos llevó otra media hora de espera.
Una vez dentro, pudimos observar bastantes cambios en la distribución de los escenarios con respecto a ediciones anteriores. Este año los tres escenarios principales (Matarile, La Oreja Metálica y Republicca), se encontraban alineados y con un foso común para los tres. Igualmente, y después de varias ediciones recibiendo muchas quejas al respecto, la organización se decidió a asfaltar la zona de público de los escenarios, evitando así las tremendas polvaredas que se levantaban y que a mucha gente (en ediciones anteriores era habitual encontrarte espectadores con mascarillas) le creaba verdaderos problemas respiratorios y de alergias.
Realmente no sabría decir si el cambio de los escenarios ha sido bueno o malo. Por una parte, tenías todos los escenarios muy a mano, pero por otra provocó un continuo ir y venir de gente que hacía casi imposible tener un sitio fijo donde ver los conciertos, aparte de que las pruebas de sonido en los escenarios contiguos molestaban si te tocaba ver el concierto desde atrás y que cuando había concierto en el escenario matarile, no lo había en los escenarios contiguos, con lo cual la aglomeración en dicho escenario era bestial, al contrario que en ediciones anteriores, que la gente se repartía algo mas. Igualmente, la necesidad de sincronizar las actuaciones en los tres escenarios provocó que prácticamente todos los artistas se quejaran de que su actuación había sido cortada. En definitiva, que tuvo ventajas, pero también inconvenientes.
Bueno, y después de toda esta chapa destinada a que os hicierais una idea de la situación inicial, vamos con lo que realmente nos interesa, los conciertos que allí pudimos ver.
Dreamaker: Esta es la nueva banda de Elisa, la ex – cantante de Dark Moor. Venían a presentar su primer disco “Human device”. Les tocó el marrón de abrir fuego en el escenario de LOM y la verdad es que cumplieron el papelón bastante bien. Cierto es que gozaron de un sonido infame, pero Elisa le puso muchas ganas al concierto, y eso unido al estilo que practican, un power metal bastante pegadizo y sencillo, hizo que el poco público que había disfrutara bastante de este primer concierto. Terminaron con un popurrí de temas clásicos de Metallica que acabó por animar el concierto.
Silencio Absoluto: Pues esta es la primera vez que veía
en directo a esta banda, y la verdad es que me llevé una agradable
sorpresa. Cierto es que no inventan nada, hacen un punk rock muy a la española,
con saxo incluido y que recuerda en ocasiones a los primeros reincidentes,
pero saben mover bien al público y montar una buena fiesta. También
decidieron terminar con una versión, en este caso el “Salta”
de Tequila. Muy divertidos.
Sidonie: Comenzaron su concierto como un más que correcto trío de pop – rock: con clase, elegancia, distinción y unas pequeñas dosis de provocación... hasta que en un momento dado, decidieron según ellos “hacer un poco el cabra” y comenzó un verdadero desmadre de concierto: se vistieron de cosmonautas soviéticos, se mezclaron entre el público, simularon masturbarse con los micrófonos inchables de una marca patrocinadora del festival, le hicieron una felación a las baquetas, el bajista se marcó un solo de sitar y terminaron su actuación con el batería haciendo el pino desnudo de espaldas al público y los otros dos azotándole en el culo al ritmo que marcaba el público... ¡¡¡SIDONIE!!! Plas, Plas, Plas ¡¡¡SIDONIE!!! Plas, Plas, Plas... en definitiva, que uno de los mejores y mas divertidos conciertos del festival.
Stravaganzza: Concierto debut de esta banda, que como muchos
sabéis está formada entre otros por Leo y Dani, respectivamente
cantante y batería de Saratoga. Y la verdad es que fue un brillante
debut. El sonido no fue muy bueno (la verdad es que en el escenario de LOM
esa fue la tónica general del festival), pero tanto la elegante puesta
en escena de la banda (mimo incluido), como las ganas y la actitud que demostraron
sobre el escenario, suplieron con creces dicha deficiencia. Resaltar sobre
todo el trabajo de Leo, mucho mas suelto que en Saratoga y recurriendo a,hasta
ahora desconocidos, registros guturales y del teclista y el violinista, que
supieron recrear, sin excederse en los samplers, las orquestaciones de su
disco debut “primer acto”. Ojalá no se queden en esto y
Stravaganzza pueda tener una personalidad propia al margen de Saratoga y les
veamos muchas mas veces en directo.
Los Suaves: Sobrio concierto de los de Ourense (a buen entendedor
pocas palabras bastan). Bastante mejor que en ocasiones anteriores Los Suaves
venían a presentar (poco) su nuevo disco “si yo fuera Dios”
y a dar cuenta de algunos de sus grandes éxitos. La banda, como suele
ser habitual, bastante bien bajo el liderazgo en lo musical de su guitarrista
Alberto Cereijo y co respecto a Yosi, pues bastante mas centrado en su labor
de lo que nos tiene acostumbrados, en definitiva, que un buen concierto de
Los Suaves .
Shaman: Ganas tenía de volver a ver a la banda del ex Angra Anre Amatos, y no defraudaron a los pocos (coincidía con Dover) que nos acercamos a su concierto. Demostraron ser posiblemente la banda mas elegante de las que pasaron por este escenario. Ahora que ya ha pasado bastante tiempo de su ruptura con Angra y cuentan con el suficiente repertorio propio, demuestran ser de lo mejor que se puede encontrar en cuanto a power metal en Sudamérica (y buena parte de Europa). Personalmente se me hizo corto y me quedé con ganas de mas... a ver si tenemos oportunidad de verles un concierto completo.
Medina Azahara: Parece que este año le toca a esta
banda el homenaje de la industria a su extensa carrera, vistas las últimas
entregas de premios “entre amigos”. Viñarock no se quiso
quedar atrás y les colocó en el escenario principal a una hora
en la que el baño de masas estaba garantizado. Los cordobeses supieron
responder y dieron un concierto mas que correcto, con un excelente sonido
y repasando algunos de sus temas mas conocidos, así como presentar
su reciente último disco. Sus seguidores lo disfrutaron, y creo que
ellos también... delante de 30.000 personas no se toca todos los días.
Barricada:
Pues la verdad que un concierto muy condicionado por el mal sonido. Poco vamos
a descubrir de Barricada que no sepamos ya, también acaban de publicar
disco, aunque el grueso de su concierto se compuso de sus temas clásicos.
Aunque su público les disfrutó, fue una pena que el sonido aguara
el fin de fiesta del Viernes.
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