Acabamos de regresar a casa despues de un fin de semana de esos que perdurarán durante muchos años en nuestras memorias. Evidentemente no han sido sólo los conciertos, sino todo el buen royo y los buenos ratos que hemos tenido durante estas 48 horas escasas.
Tras el siempre cansino viaje en autobús y despues de que nos diese tiempo a comernos unos Kebabs y tomarnos unos calimotxos en casa de unos amiguetes mientras veiamos (por enésima vez) el rock in rio de los Maiden, nos dispusimos a encontrar la Sala que había escogido la gente de Metal4all para celebrar su fiesta de primer aniversario. No hay que olvidar que ese era el principal motivo de fiesta. Metal4all ya ha cumplido un año y nosotros queremos felicitarles ya que en este corto periodo de tiempo se han convertido en una página independiente de información mucho más seria que otros medios mucho más establecidos.
Salamandra es un sitio más bien pequeñito. Está muy bien equipado para dar conciertos, con una completa insonorización y un ambiente bastante acogedor. Sin embargo tiene un pequeño problema de distribución que hace que el concierto sea un poco incómodo de ver desde algunos angulos. Como la sala se llenó, pero tampoco estaba a reventar no hubo demasiado problema ya que uno se podía mover con libertad.
Poder ver a un grupo tan cercano en un concierto en la capital era el principal motivo que nos había llevado a preparar todo este viaje, así que nos dispusimos a disfrutar de el concierto de Bifrost.
He de decir que seguramente este haya sido uno de los mejores conciertos que les haya visto hasta la fecha. Algunas de las personas más cercanas a la banda comentaban que curiosamente también sea este el concierto en el que más pequeñas incorrecciones de ejecución han tenido, pero francamente eso nos dio absolutamente igual.
La impresión general es que el concierto fue muchísimo más vital de lo habitual en ellos, con todos, altisimamente motivados y presentando los temas con gran energia y potencia. Tenían ganas de reventar el concierto y lo consiguieron.
El set fue bastante cortito incluyento ocho temas propios y ninguna versión en esta ocasión. Comenzaron con No Kind of Silence e inmediatamente despues una de las más celebradas de todo su set ya que era uno de los dos temas que nos conocemos de memoria por aquí y que también había llegado a los oidos de los madrileños gracias a esta cosa del internet; Moribund World.
Waiting for More y luego otra de las que hasta ahora tenían grabadas; Purity. Heap os Sand es un tema bastante nuevo con un tono algo más lento y un poco más progresivo que la media habitual de la banda. Algunos de los que veian por primera vez al grupo comentaban que no sabrian muy bien donde encuadrarles ya que andan en un terreno incierto entre el Thrash/Heavy Metal y el Metal Progresivo. No Boundaries y la muy esperada Ashes que se ha convertido ya en una de las cuatro imprescindibles en el repertorio de Bifrost.
El concierto como viene siendo habitual se cerró con Faceless, con ese inicio un tanto fusionero que no hace presagiar la cabalgada de metal con la que se cierra el tema. Una vez más los solos de Fonso volvieron a ponernos los pelos de punta en este tema.
Tras el concierto hubo reparto gratuito de cd´s con las últimas grabaciones de la banda, que acaba de salir del estudio de grabación de registrar los temas que les correspondían como premio por ser los ganadores de la pasada edición de Juvecant.
Tras el concierto de Bifrost, asistimos a un curioso interludio. La gente de Metal4all nos tenía reservado como especial entremes la intervención de Sergio Fireball, un joven guitarrista que aun no tiene banda, pero que demostró sobre unas bases pregrabadas un muy buen saber hacer con el instrumento, en la onda Vai - Satriani. Esperamos que pronto encuentre una buena banda en la que integrarse porque lo cierto es que promete mucho.
Tenía bastante curiosidad por ver a la siguiente banda ya que los temas que había escuchado de ellos me habían llamado bastante la atención. En un principio habíamos relacionado a Metropolis VI con el sonido de una banda cantabra que muchos conoceis y que curiosamente coincide con el nombre de la sala en la que estabamos viendo este concierto, una vez vistos en directo tenemos que decir que Metropolis VI sin duda son bastante más tendentes al metal que los cantabros, aunque también es cierto que nos dio la impresión de que nos estabamos perdiendo un poco la parte más sinfonica de su concierto debido a que la sonorización del mismo hizo que el teclado quedase prácticamente sepultado entre el sonido de las guitarras.
El grupo está formado por muy buenos instrumentistas, a destacar la labor de su base rítmica, el zurdo Daniel Fernandez al bajo (Increible-ble) y Echedey Molina a la batería. Los dos guitarristas muy correctos, el teclista ya digo que la mayoria del tiempo fue bastante complicado de escuchar. La voz es bastante peculiar, tiene un registro de esos que no le caen bien a todo el mundo, a mi particularmete si me gusta, pero hubo a mi alrededor pude observar división de opiniones a ese respecto.
Se marcaron un set de once temas que se nos hizo un pelin largo, tal vez porque estabamos bastante cansados con las cosas del viaje. Los puntos algidos para mi fueron Reflejos, uno de sus temas más conocidos. Junto a ti, versión del tema de Panzer que parece ser que han grabado en un tributo a la banda, no se yo si por convicciones propias o por aquello de que estar en un disco tributo siempre es una buena ocasión para que te escuche gente nueva. Tal vez un poco de las dos cosas. Saltos en el tiempo era otro de los temas que ya conociamos y que da título a su primer cd, (están a punto de grabar el segundo) con ella finalizaron y realmente fue el tema más intenso, más cañero y más potente de toda su actuación, con toda la banda al borde del escenario absolutamente entregada. Nos hizo recuperar el ritmo de la noche y nos dejó con ganas de volverles a ver pronto.
Tras el final del concierto nos fuimos con Fer de Deidre a revisitar Excalibur, el templo vallecano del metal, nos llevó un taxista loco que hablaba con su gps, y luego conocimos a el heavy feo de las zapatillas impolutas... pero eso es otra historia, y debe ser contada en otra ocasión.