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Después de años de esfuerzos y de tímidos intentos por parte de los promotores nacionales, fue hasta este año cuando, fruto de la unión de dos de las empresas más importantes de este negocio, se decidió apostar a lo grande y organizar por primera vez un festival de primer orden en cuanto a metal se refiere y los resultados no pudieron haber sido mejores.

En el recinto de Villarobledo (Albacete), donde se ha venido celebrando otro ya conocido festival como es el Viñarock, se daban cita aproximadamente treinta mil "metalheads" logrando lo que nunca antes se había logrado: trascender más alla de las fronteras estatales y atraer a público de lugares como Suecia, Alemania, Colombia, México y Brasil entre otros, aumentando así el ambiente de fiesta y unión que se respiró durante aquellos tres calurosos días de Julio en la localidad Manchega.

Y es que el cartel no podía dejar indiferente a nadie. Cualquier grupo de los que allí se presentó podría haber sido cabeza de cartel en cualquier otro festival del género, aportando además variedad ya que todos los estilos del metal contaron con algunos de sus mayores valuartes como abanderados.


Estuvo por ejemplo el rock 'n roll representado por Motorhead y Stray; el metal gótico por Nightwish; el black metal por Immortal; el death metal por Dark Tranquility; el Heavy Metal por Iron Maiden, Saxon y Dio; el speed metal por Stratovarius y Blind Guardian; el thrash metal por Slayer, Kreator y Overkill; y el metal nacional por Baron Rojo.
A estos grupos se sumaron nombres tan grandes y conocidos como Sepultura, Apocalyptica, Hammerfall, Primal Fear, Masterplan, Exodus y Rebellion.

El atractivo cartel se vio complementado por la presencia de abundantes puestos de comida de todo tipo, un mercadillo donde se podían adquirir desde discos y revistas hasta ropa y complementos muy variados. También se conto con la presencia del Metal Markt, uno de los mercados itinerantes de discos más conocidos en toda Europa y por último pudimos también disfrutar con la carpa en la que se situo una unidad móvil de la conocida discoteca Mephisto de Barcelona en donde cada noche se iniciaba una fiesta al concluir los conciertos. Fue en este mismo sitio donde empezó la acción un día antes del festival con la fiesta de presentación en donde actuaron la diosa del metal Doro y The Bon Scott Band, una muy buena banda de versiones de AC/DC.

Todas las bandas realizaron soberbias actuaciones en las que parecieron haberse puesto de acuerdo para interpretar memorables repertorios, dando lugar a los nuevos trabajos de cada banda pero en los que abundaban sobre todo los temas clásicos dejando felices tanto a los nuevos seguidores como a los más veteranos. Lógicamente hubo momentos más intensos que otros destacando sin lugar a dudas la estupenda actuación de Dio que demostró que, a pesar de su edad, sigue teniendo una de las voces más privilegiadas del metal además de un carisma enorme, difícil de igualar.

Pocos puntos negativos tuvo este festival pero también deben nombrarse por ejemplo los altos precios de alimentos y bebidas, el haber cobrado por las duchas y una zona de acampada que se convertía en un infierno durante el día debido a las altas temperaturas que se alcanzaron esas fechas. Cosas todas mejorables sin lugar a dudas.

Queda ahi la reflexión y para ser la primera vez se logró algo difícilmente imaginable hace algunos años, por lo que sin miedo a equivocarme puedo afirmar que tendremos MetalMania Festival para muchos años más y que este festival se convertirá en una de las citas más importantes del metal no solo dentro de Europa sino también a nivel mundial.

Y ahí nos veremos!!!

Juan Pablo Agudelo.