Viernes noche. Miedo me da pensar que nos estamos acostumbrando mal y es que durante todo este verano hemos podido disfrutar acudiendo a un buen número de conciertos organizados como una actividad más dentro de las diferentes fiestas patronales de los municipios de la comarca. En este caso el lugar elegido fue el auditorio municipal de Puente San Miguel, un enclave realmente precioso con una acústica excelente y muy buena visibilidad, hasta donde se desplazó una gran cantidad de gente con ganas de oír buena música en directo.
Los primeros en aparecer fueron Carpe Diem, un grupo de cinco jovenzuelos que, como prólogo al resto de la noche, nos ofrecieron el fruto de sus tan solo cinco meses como músicos, una selección de versiones con las que dejaban claras sus influencias, Kiss, AC/DC, Guns n´Roses... y con las que demostraban que, aunque les queda mucho rodaje, van bien encaminados.
El momento más heavy de la noche lo pusieron Modus Operandi, que hacían un rock español sin muchas complicaciones y a los que seguía una legión de fans, no en vano tanto éstos como los anteriores procedían de Puente San Miguel. Era curioso ver como algunos de sus seguidores se sabían ya buena parte de las letras e incluso llevaban una pancarta con su nombre.
Con Firebirds los pantalones de campana y las melenas rizadas se apoderaron del escenario. Rock de aires setenteros, con un cantante que se mueve por el escenario como quiere y una audiencia entregada que coreaba cada letra que salía por su boca, algo a lo que ayudaba bastante el hecho de que hayan elegido el castellano como medio de expresión aunque, eso sí, la versión, obligada, de Kiss, denotaba sus influencias anglosajonas.
Y es que si hubo un grupo presente a lo largo de la noche fue Kiss pues también los últimos y esperadísimos Electro L se marcaron una versión de los americanos. Para éstos el concierto era muy especial ya que, tras una larga temporada sin vocalista, en la que las voces las ponía uno de los guitarras, por fin estrenaban cantante. Y lo hicieron con mayúsculas pues todo los que por allí andábamos creo que estamos de acuerdo en que su debut no pudo ser mejor. Rock ´n roll del clásico pero con un toque alternativo podría ser la definición de lo que demostraron hacer estos muchachos de Torrelavega aunque quizá sea una definición a matizar dada la gran cantidad de registros que parecían tener cada vez que cambiaban de cantante. Toques a Los Enemigos, y hasta a Los Ronaldos, cuando cantaba Fer y, cierta oscuridad de aires góticos cuando las riendas las tomaba Oskar, su bajista. En fin, un concierto marcado por el descaro, las ganas y la actitud de todos los miembros del grupo que culminaron con versiones de los Guns ´n Roses y de Stone Temple Pilots que hicieron las delicias de todos los presentes.
Cronica - Klara Ana
Fotos - Javier Prieto