26 de octubre de 2003.
San Sebastián, Velódromo de Anoeta.
Pues el domingo fuimos a ver a los padres del hard rock, escuchando su último disco en el coche, bananas que, la verdad, está mucho mejor que la portada. La primera del disco tiene un estribillo pegadizo un tanto acedeciano, que no faltó en el concierto.
El grupo que abría se llamaban LILITH, que no pude escuchar, pues estuvimos buscando por los bares de los alrededores alguien que nos vendiera unas pilas para la cámara de fotos, qué para una vez que me acuerdo de llevarla, la llevo sin pilas, menos mal que nos dimos cuenta antes de entrar.
El velódromo estaba hasta los topes, no sé, por poner un número...alrededor de las 10.000 personas.
A eso de las 22:00 h. se apagaron las luces, y sin intro ni nada (no la necesitan), al estilo antiguo, salieron al escenario uno a uno saludando al público respaldados por una luz tenue. Ian Paice comenzó ese ritmillo suave con la caja.....si, si, si... Highway Star... se me ponen los pelos de punta al recordarlo... Gillan no me defraudó, alguno igual hubiese echado en falta algún grito desgarrador de aquellos, pero contando que tiene 58 takos y que venían de hacer 3 conciertos seguidos por españa, siendo este el cuarto, cantó de ... muy bien, incluso a medida que pasaba el concierto y calentaba la voz, se atrevió a dar alguno. Y eso sí, lo dieron todo, mostraron una energía desbordante desde la primera canción, Roger Glover aplaudía al publico siempre que terminaba un tema y Gillan decía.. Super! , nos tenían en el bolsillo.
A Highway Star y su mítico punteo doblado por la voz, le siguieron woman from tokyo, Knocking at your back door, silver tongue (del bananas), strange kind of woman, house of pain (la primera del bananas), que tiene los coros acedecianos que os decía al principio,( muy guapa).No sé muy bien dónde hicieron los solos porque fue un concierto redondo del principio al final, así que voy a hablar de ellos en esta parte. Steve Morse sin duda alguna es uno de los mejores guitarristas de la historia del rock, y lo demuestra siempre, ya le había visto con los Purple en Oviedo (en aquel viaje del New que a la vuelta atropellamos un caballo con el bus), y sabía que conjuntaba a la prefección con el resto de los purple, pero lo de anoeta me dejó flipao, oyendole y viendole tocar con esa facilidad, sacando esos sonidos de violin jugando con el volumen, haciendo gritar su guitarra en algunas ocasiones, y moviendo su mano izquierda como tuviera magia los dedos.
Después salió Gillan con la armónica (ya no imaginábamos cual venía) lazy, a la que siguieron más canciones del bananas, una de ellas dedicada a la tripulación del accidente del columbia, well dressed guitar (instrumental) dónde steve morse se salío una vez más, poniendonos a todos melancólicos oyendo a su guitarra, contact lost, haunted.
Ahora era el turno de la reciente incorporación Don Airey que no era ningún novato, pues se trata del mítico teclista de Rainbow y del Still of the Nigth y el Is this love de Whitesnake (todavía no me he lavado la mano que le dí cuando vino con Ten a la sala Eventos), se hizo un solo muy espectacular, donde incluía cosas como la música de Star wars o el himno de la alegría además de algunas otras de música clasica que me sonaban pero no reconocí, todo esto sirvió de introducción para space truckin' , i got your number, perfect strangers, smoke on the water , con la que nos hicieron cantar a todos el famoso estribillo, y se retiraron, para volver y marcarse un tema de la primera época hush , en el que Ian Paice hizo un pequeño solo al final, que nos dejó con ganas de más, y terminaron con black night, donde una vez más jugaron con nosotros para que les hiciésemos el mítico riff, incluso Gillan regaló su pandereta a alguien de la primera fila, estaban tan entregados y pasándoselo bien con el público que Steve Morse, después de hacer con la guitarra, lo de la canción esa de gary glitter que ponen siempre en los partidos de baloncesto, esa que dice, rock and roooo- oll hey rock and roll, donde todos hacíamos el hey como si fuese lo último que gritábamos en la vida, pues lo que os decía que el Steve se lo estaba pasando tan bien jugando con el público que no se dió cuenta de que tocaba entrar todos a la vez, los demás le estaban mirando y Gillan y Glover se hablaban al oido y se reían, como diciendo no le aviséis, a ver cómo sale de esta, ..pues porque lo vimos que le pilló desprevenido, porque no sé como, pero salió.
Luego busqué mi momento de gloria mientras saludaban y le lancé mi camiseta a Gillan, a ver si la devolvía, pero la debí lanzar con mucha fuerza porque se apartó como asustado creyendo que le tiraban con algo contundente, que pena con lo bien que le quedaría a Gillan una camiseta de Emboque, jeje
Igual me he saltado alguna canción, pero en total recibimos una dosis de una hora y 40 minutos de puro ROCK, el rock de DEEP PURPLE. Un concierto inolvidable.
CRONICA Y FOTOS - Raul Galvan